Retornar a la Edad Primitiva: no es una opción, es el camino natural a seguir por la humanidad, al agotarse la edad de los intereses particulares, por la descomposición que ella misma contiene, la civilización estalla, se destruye, retornando los sobrevivientes a la edad primitiva. El retorno humano a la Edad Primitiva, previa ignición de la civilización que vivimos, es plenamente factible, de no darse un cambio.
Iniciar el camino a la Edad Racional (Cambio propuesto): por ser similar a lo natural y racional, alarga el ciclo e impide que se destruya la civilización; evitando que el futuro próximo sea el retorno a la edad primitiva.
La humanidad, impulsada por la necesidad, por el conocimiento, por la autodeterminación, por la determinación sobre el medio y, al ser direccionada por los maestros filósofos puede cambiar el ciclo en el final de la Edad de los Intereses e iniciar la Edad Racional, proyectando la especie sobre el planeta, para lo cual, es requisito imprescindible asimilarse a lo natural: vivir, proyectar, conforme a las leyes de la naturaleza y de la civilización; dándose equilibrio entre lo natural y lo artificial: entre la naturaleza y la civilización. Equilibrio que se ha perdido en detrimento de lo natural.
Al entrar la humanidad a la racionalidad, se rompe el comportamiento de evolución y desarrollo de los intereses particulares, se da un cambio, por vÃa determinativa humana; al plantearlo en un mismo momento histórico y de conciencia, se dará por tanto, Unidad Global.
En la Edad Racional, la humanidad logrará: corregir su relación, con el medio natural; dar equilibrio entre lo social - humano y lo particular; se lograrÃa el retorno del Estado a su función natural: lo social â lo humano - lo natural - la civilización: lo común.